domingo, 15 de febrero de 2015

Magistral I: Koyaanisqatsi.



Película: Koyaanisqatsi
Guión: Ron Fricke, Michael Hoenig, Godfrey Reggio, Alton Walpole
Año: 1983 Duración: 87 min.
Origen: USA
Director: Godfrey Reggio
Banda sonora: Philip Glass





Koyaanisqatsi es un antiguo vocablo que proviene de los indios Hopi, se usa para expresar o entenderse como: “la vida fuera del equilibrio”.

Según las profecías Hopi al excavar las riquezas de la tierra estamos invitando, provocando y acercándonos a un inminente desastre y por otra parte describe que a medida que nos acercamos al día de la purificación se formaran telas de araña que abarcaran el planeta de un extremo a otro, finalmente algún día sera arrojado del cielo un receptáculo de cenizas que calcinaran la tierra y evaporaran los océanos.





Es alrededor de esta idea como se construye la película, en esta se trama y construye un escenario narrativo a partir de imágenes, se apoya en una técnica cinematográfica que consiste en acelerar las imágenes hasta crear un verdadero efecto de inmersión, dinamismo, llenando de vértigo al espectador hasta adentrarlo en un loop y una atmosfera muy particular, lo cual se logra de manera muy sencilla con el apoyo de la magnífica banda sonora del maestro Phillip Glass.


En la película se sustituyen las telarañas de la antigua Araña descritas dentro de la profecía de los Hopi por el hombre moderno, el caos que deviene y pertenece a la humanidad, su insaciable capacidad destructiva y avallasadora, la manera en la que moldean el espacio y lo adaptan a su antojo, ya sea erigiendo inmensos edificios y rascacielos, elevando fábricas, perforando la tierra, tejiendo cables que recorren y abrazan sus ciudades.




Toda la primera parte de la película podría compararse con la sensación que podría devenir si el hombre fuera capaz de volar y surcar los cielos, es un recorrido visual lleno de majestuosas y grandiosas escenas que retratan la belleza natural de la tierra.


La película está cargada de elementos que demandan la atención del espectador, busca provocarnos, nos relaja y a su vez nos sacude, todo esto por medio de su narrativa audio-visual, por medio de este infalible y efectivo dúo logra adentrarse y conectarse con las fibras más profundas de la existencia humana, casi que se comunica a un nivel instintivo, que nos revela nuestra parte más animal y despiadada, retratando los extremos más radicales y nuestro lado más oscuro. 


Es sin lugar a dudas una poderosa metáfora que expone de manera drástica y dramática lo que hemos hecho con el mundo que habitamos, donde reina el caos y el desequilibrio, donde convivimos con una naturaleza que nos ama y nos nutre a pesar de nuestros continuos ataques, es un grito, una advertencia, una llamada de atención, busca generar conciencia, de despertar a esta humanidad, de poner un alto a esta destrucción que parece no tener fin.

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