miércoles, 19 de noviembre de 2014

Conferencia Magistral: Fernando Monreal


IMAGEN, MATERIALIDAD Y TECNOLOGÍA 
Fernando Monreal


Monreal es filósofo, trabajó cinco años en el centro multimedia del CNA y actualmente estudia un doctorado en historia del arte. Comenta que las artes en México, durante los años 90`s sufrieron una re-configuración dada la implementación e inserción de nuevas tecnologías tales como la computadora. También comento que el fotógrafo Andrea Di Castro fue uno de los exponentes más representativos dentro del campo experimental en esta etapa.

Monreal hizo una invitación general al auditorio para que se cuestionara o se reflexionaran los aspectos que definen y conforman a la imagen. Dentro del campo de la historia del arte, señalo que debemos re-pensar y re-plantearnos la concepción y percepción de la misma, más ahora que vivimos cambios importantes patrocinados y de la mano de la venida de las nuevas tecnologías. Advierte las influencias europeas dentro de los estudios visuales, la imagen circula a través de la sociedad y la cultura, esta provista de una especie de “vida”. Señala que la mirada del artista y también la del receptor, forman parte de una construcción que se hace de manera histórica. 

Expone que ciertamente hay una marcada diferencia entre ver y mirar. Para Monreal la mirada no es algo natural, eso no existe! Más bien es una construcción cultural, esto a su vez mediante ciertos aparatos.

Monreal realiza dos apartados, estos se dividen en imagen visual e imagen tradicional.
Hay dos aspectos que debemos considerar para comprender y tratar de entender una imagen de manera tradicional, estos son, la forma y el contenido.

Forma: está compuesta por la línea, el color, la textura, cualidades espaciales (en el caso de la escultura o la instalación), la composición y organización de la imagen.

Contenido: se refiere  a los aspectos no formales, al tema, al tema, los motivos iconográficos, el estilo, fuentes literarias.


En base a esto nos percatamos que es imposible explicarnos y catalogar al arte contemporáneo bajo estos términos y criterios. Ya que aunque podemos ordenar y separar mediante las diversas técnicas o el uso de diferentes materiales, no podemos incluir procesos, fenómenos, que intervienen y se suscitan en determinada temporalidad, que manejan o poseen otra dimensionalidad y conformación dentro del espacio.


Más adelante Monreal nos habla sobre la imagen técnica, que a grandes rasgos, es aquella que se relaciona de manera directa con los aspectos técnicos y tecnológicos. La imagen siempre cuenta con una historia técnica, las imágenes son artefactos que pueden ser vistos y proponen formas de mirar. La mirada esta medida, no es imparcial sino histórica. Define al artista como un constructor de miradas que se construyen a partir de aparatos tecnológicos. Para Monreal un aparato es una máquina, que condiciona nuestra manera de mirar, comprender y ordenar el mundo que nos rodea, también regula lo visible e invisible. 

A través de los aparatos somos capaces de realizar un proceso de interiorización, de comprender, entender y ordenar la realidad. Es un proceso no solo de re-producción, sino también de acomodo y organización, para más adelante captar y percibir, el espacio y el tiempo. Entendido de esta manera, podemos decir que la perspectiva nos presenta una realidad teatralizada. El aparato no solo crea las imágenes, a su vez revela y acompaña a estas con la manera en la cual podemos comprenderlas. El aparato condiciona la manera en la que asimilamos y comprendemos, fracciona y detiene el tiempo.


Aquí Monreal nos señala que La cámara fotográfica está construida para un ente y una mirada monocular, a diferencia de la perspectiva esta incluye y da su lugar al cuerpo. Muy al contrario de lo cinematográfico, construido para ambos ojos, para una mirada y un cuerpo en movimiento. Nuestra mirada actual está regulada y medida por el avance tecnológico en el que vivimos inmersos, sumamente inestable, el Internet, los medios virtuales y los procesos de producción digital.
Monreal hace hincapié en que actualmente nos encontramos experimentando un fenómeno de hipervisualidad, es como el habitar un laberinto, aquí hace alusión a la estructura del internet, la matrix, toda esta serie de códigos, que crean vertientes por las cuales circular. Nuestra mirada se ha hecho presa de mecanismos y herramientas que le permitan acceder y salir, que direccionan y dirigen nuestra forma de transitar dentro de este universo plagado y saturado de interconexiones. 

Hoy en día La imagen se ha transformado en un simple flujo de información. La mirada ya no es fija, la maquinaria es ahora, quien prácticamente domina y condiciona nuestra forma de mirar, lo hacemos bajo ciertos esquemas técnicos y tecnológicos. La imagen de la era postmedia o contemporánea supera por mucho la antigua idea de ordenar la realidad a través de la forma y el contenido, se han abierto nuevos canales y formas de mirar. 

Es aquí cuando el ponente cierra su conferencia a la vez que deja en el aire una pregunta que nuevamente desea que el auditorio reflexione…

 ¿Sera necesario seguir creando imágenes?

Conferencia Magistral: Mauricio Alejo

Mauricio Alejo:
Artista y fotógrafo, estudio artes en la universidad de Nueva York (NYU).

Antes que nada y sin duda alguna  debo decir que este ha sido mi ponente preferido dentro de este primer ciclo de conferencias magistrales. A mi parecer su trabajo refleja una intención muy clara en cuanto a lo que desea mostrar, decir, evidenciar y sobre lo que ha explorado desde sus inicios y hasta la actualidad. No solo me parece bien logrado, sino funcional, acertado y  muy bien estructurado. Alejo data que en un inicio trato de introducirse en el universo de las artes a través de lo literario y de la escritura, pues era algo que le gustaba, pero más adelante lo descarto pues sentía que no estaba teniendo los resultados que esperaba y decidió explorar de la mano de una lente aquello que conforma y constituye a lo fotográfico.


Algo que caracteriza la obra de este artista es la intuición específica que reflejan sus obras, dentro de la dimensión, el tiempo y el espacio. Alejo  suele manejar y retratar objetos cotidianos en universos y construcciones que rompen con ese contexto original, son una construcción compleja y conceptual. Algunas manejan aspectos más superfluos o fáciles de reconocer, y otras, por el contrario, están solo al alcance de una mirada más curiosa, incisiva, estudiada y cuestionadora. Algo que cabe señalar es la importancia del aspecto escultórico, lo cual es representativo de Alejo y está presente en la mayoría de sus obras. Le gusta propiciar esta aura despreocupada y desprolija dentro de lo cotidiano, está en contra del exceso de pretensión dentro de sus fotografías. Menciona que las personas tendemos a dotar a las cosas de diversos y distintos significados, y que esto en particular es algo que también sucede dentro del universo de lo propiamente artístico.  

Dentro de este primer bloque destaco que a veces el tratar de explorar ciertos medios a través de un aprendizaje regulado, permeado por una institución, prejuiciado y encaminado, tiende a opacar, confundir y lastimar el proceso tan enriquecedor y revelador de lo que sucede con el autodidacta.  Que es algo difícil de mantener y cuidar, pero que debemos tener en cuenta a la hora de embarcarnos en este tipo de aventuras.




A lo largo de la magistral el artista se dedicó a mostrarnos diversos trabajos y proyectos, el primero de ellos consistía en una serie de radiografías de maletas de viaje, donde podía observarse el interior, y junto con este, los objetos que contenían, en base a esto podían reconstruirse o imaginarse el sujeto al que pertenecían estos equipajes. Las obras  eran anónimas, pero se les dio nombre y organización a partir del número de serie que arroja la máquina de rayos x al pasar la banda. Su proyecto convierte al sujeto que es observado en espectador de lo que se mira de él, y el mensaje que se construye a partir de esto.  


Apunto y señalo que es de suma importancia el concientizarnos sobre las implicaciones, el uso, las consecuencias y el comportamiento de las imágenes en la actualidad, en especial dentro de las construcciones y universos virtuales dentro del Internet, como el caso del famoso Google Earth, que hoy en día es una especie de presencia de lo que en su momento fue la mirada divina. Esta invasión construida que genera Google Maps. Todo esto evidencia, que el control y dominio de la actualidad está inscrito en la mirada de las cámaras, la tecnología y sus avances están íntimamente ligados a la milicia, la guerra y al poder.


El quehacer de Alejo incluye no solo lo fotográfico, sino también la instalación, la secuencia de fotografías y el video. Comento que en sus inicios trabajo con una cámara de gran formato, una 4x5, que requería prácticamente una ceremonia para poder ser implementada y hacer las tomas pertinentes. Menciona que aconteció un periodo de transición dentro de la fotografía en México, que era evidente que existía un hartazgo generalizado para lo propiamente documental. A partir de esto el empieza a indagar, explorar y trabajar con el universo de lo cercano y cotidiano, lo emocional e íntimo, lo personal, todos estos aspectos comenzaron a tomar una mayor predominancia.






Alejo mostro diversos videos en los que juega con nuestra mirada y además construye ilusiones, a partir de objetos y ambientes cotidianos, nos remite a una primera conceptualización de lo que observamos, a través del nombre de sus piezas, y luego revela el truco, la magia, los artilugios con los que logra engañar a nuestros ojos. Hace una reconfiguración. En muchos de estos casos, cabe destacarse que el artista, no solo piensa y crea esta construcción compleja, sino que además, hace todos estos montajes de manera real, a la antigua, y a través de cuidar, la luz, la toma, y los aspectos meramente fotográficos. Ninguna de sus obras es en extremo manipulada o creada a través de programas de edición de imágenes como el caso de Photoshop. 

Alejo mostro cantidad de imágenes, pero una de mis favoritas es la que presenta dos globos en una especie de equilibrio y armonía perfecta, en completo balance y estabilidad. Disfruto no solo de las imágenes, sino también de estos ambientes y espacios, tan comunes y triviales, cuidados casi que con el mismo mimo, sus tomas son limpias, simples y a la vez complejas, meditadas y muy bien estructuradas. Su mirada cuestiona, busca de manera constante, resaltar lo inadvertido, lo sorpresivo, lo mágico que habita dentro de la cotidianidad.



Por lo tanto, la obra Alejo deviene de manera directa de lo trivial, usual, lo esperado y lo cotidiano. Se caracteriza por reflejar una suavidad aparente, cierta simplicidad, maneja una marcada y reconocible concepción del espacio a través de lo escultórico. Construye primeramente lo narrativo y se arma el set, las pruebas se realizan para captar La toma que retrata con mayor fuerza y claridad la idea que desea exponerse. La fotografía es entendida como medio de prevalencia relativa de los sucesos, de esos momentos de acierto visual, donde se produce un fenómeno interesante que rompe de manera radical con aquello que es común.



Por ultimo Mauricio Alejo comenta que el quehacer artístico es un viaje de idas y vueltas, de reconsideraciones dentro de una línea de trabajo, pero nunca suele ser continuo, ascendente y recto. Y cree que el trabajo actual está fuertemente marcado por una tendencia en la que predomina, se premia y se da mayor énfasis a la producción artística, y existe una clara carencia de protagonismo hacia el artista o a su particular estilo.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Ensayo sobre La Cámara Lúcida de Roland Barthes.


Roland Barthes
(1915-1980)

Fue un filósofo, sociólogo, ensayista y crítico francés, licenciado en lenguas clásicas en la universidad de la Sorbona. 

Ha escrito y sobre diversos temas dentro del campo del arte, la fotografía, la música y el cine.  Abordo todos estos temas de manera equivalente a su  desarrollo y trayectoria intelectual. Formo parte del equipo de colaboradores del periódico de izquierda Combat. 

Entre los galardones y condecoraciones  que se le otorgaron está el título de Chevalier de les palmes académiques, por sus importantes aportaciones dentro de lo educativo y la labor docente que realizo.

Algunas de sus obras más representativas son las que se enlistan a continuación:
Michelet - 1954
Mitologías – 1957
Sobre Racine – 1963
La Torre Eiffel – 1964
Crítica y Verdad – 1966
Sistema de la moda – 1967
S/Z Y El imaginario de los signos – 1970
El placer del texto – 1973
Fragmentos de un discurso amoroso – 1977
La Cámara Lucida – 1980: Justo en este mismo año, a los 64 años de edad muere en un accidente automovilístico cerca de la universidad de La Sorbona.


LE CHAMBRE CLAIRE
(LA CÁMARA LÚCIDA)

En un primer plano  este libro expone, despliega  y representa una introspección reflexiva que explora de manera exhaustiva  hasta el más ínfimo detalle de todo lo que constituye y  conforma el universo de lo fotográfico.

Para el autor Las fotografías son una especie de contenedor, en el que están aglomeradas la intención del propio fotógrafo, de aquello retratado y de quienes observaran estas imágenes, todos ellos dotan de significantes diversos y particulares a las imágenes. Por otro lado define a la fotografía como una aventura plagada de emociones incontrolables y viscerales, lo cual  hace de esta disciplina un arte inestable y poco seguro.

Hay un momento dentro del  texto, que me llamo mucho la atención, principalmente cuando Barthes nos participa su sentir cuando se ve presa del lente de una cámara y aparece dentro de una imagen, de cómo aunque distingue su figura, esa silueta, es incapaz de reconocer su personalidad, su esencia. El autor reflexiona sobre aquello que realmente puede capturarse dentro de una imagen y lo que sucede solo en ciertas ocasiones, y aquellos factores que determinan, provocan o juegan un papel significativo dentro de estos sucesos y fenómenos.

Es de esta manera cómo llegamos a dos conceptos, el Punctum y el Studium con los que  el autor trata de organizar, y diseccionar aquellos elementos que resaltan, conforman y distinguen entre diversos tipos de fotografías.

1) PUNCTUM: Divide el Studium, es un detalle perturbador, lo define como aquello que parece proyectarse fuera de la imagen, que puede sacudirnos y resonar con el espectador. Lo considera en gran medida producto de la casualidad.

2) STUDIUM: Es producto directo y está profundamente ligado con nuestra cultura, deviene de lo que pretende el fotógrafo, dota de sentido y funcionalidad a las imágenes. La emoción es propulsada de manera consciente lo previamente codificado (cultura, moral, política). Es lo fotográfico como testimonio, como una reproducción análoga de lo verdadero y la realidad.

Barthes considera que la fotografía es producto del pictorialismo, que nace o proviene de lo propiamente pictórico, y es, por decirlo de alguna manera, una versión exagerada de la realidad. También lo relaciona con el teatro, por esta capacidad de reflejar, evocar, plasmar y crear atmosferas, de tocar las fibras internas, de aflorar sensaciones contrastantes, llenas de teatralidad y dramatismo. 

Define y señala que el quehacer de un fotógrafo eficiente, acertado  e incisivo, no es muy diferente al de un acróbata, pues ambos deben desafiar constantemente los límites de lo probable, lo posible, lo perturbador o interesante. Pues es solo de esta forma que se logra mantener intacta la capacidad de asombro necesaria para cautivar al espectador. Labor que cada día es más compleja y complicada, no solo por la cantidad sino también por el tipo de imágenes que nos rodean y en las que estamos inmersos actualmente.

Puntualiza que si deseamos realizar una toma adecuada, efectiva e interesante de un paisaje, debemos centrarnos en capturar lugares que deseen y puedan habitarse,  ir más allá de fotografiar lugares que  simplemente puedan visitarse.

Es a partir de estas reflexiones que hace una diferenciación dentro de lo fotográfico, señalando que existe un tipo de fotografía que transforma la realidad, pero sin desmenuzarla, la califica de trivial, pues se apoya y sustenta básicamente en los aspectos meramente compositivos, carece de punctum, comunica pero su mensaje no es capaz de sacudirnos, no nos marca o transgrede. Gracias a esto podemos percatarnos y apreciar aquellas imágenes dotadas de este elemento capaz de atrapar nuestra mirada, de apelar y aludir a algo más profundo y visceral, a veces difícilmente reconocible o evidente, producto de extrañas coincidencias, en las que sobresale más el punctum, en las que se carece de una aplicación efectiva del studium, o este  juega un papel secundario, prácticamente imperceptible.

Barthes califica a la fotografía como una disciplina inclasificable, involucra muy diversas variables, de distinta procedencia, la considera un acto que depende de algo externo al objeto que produce estas imágenes. La esencia de este fenómeno no está inscrita en el aparato. Esta esta denominada, regulada y estructurada en base a diversos criterios estéticos, que bien se pueden y se aplican a otras instancias de la representación y reproducción de lo visual.

Para poder interpretar la experiencia de lo fotográfico es importantísimo no perder de foco que la fotografía es el resultado de aquello que sucedió en cierto momento determinado, una sola vez, y de esa única manera, en la que siempre estará adherida la marca propia de su referente. 

A medida que avanzamos en la lectura Barthes se retrata como un individuo expresivo y critico a la vez, podemos constatar su formación y desarrollo psicoanalítico, semiológico y sociológico. Somete y convierte a la fotografía en su objeto principal de estudio y análisis. 

Desarrollando tres aspectos fundamentales mediante los que podemos estudiar a la fotografía.

Por una parte está la acción de fotografiar, depende del sujeto que manipula la cámara. Luego está la experimentación, que se refiere al objeto(s) fotografiado(s) al referente. Por ultimo tenemos a la mirada, que es aquello que proviene y sucede en  quienes observan estas imágenes, los espectadores.

Barthes explora este fenómeno situándose en el lugar del espectador que mira determinado referente, ejercicio que pone en práctica en sus propias imágenes, para de esta manera tratar de desplazar el acto que realiza el fotógrafo que simplemente acciona. Para tratar de conocer a profundidad cada uno de estos elementos en cuestión. Se adentra, cuestiona las implicaciones inscritas dentro del YO MISMO como EL OTRO, todo lo que transforma al individuo en objeto. Descubriendo universos en donde coexisten las imágenes propuestas por el accionar y el fotógrafo con aquello que los espectadores construyen a partir de lo que les es propuesto. 

Este proceso difícilmente puede ordenarse de manera coherente, ya que intervienen demasiados elementos, se mezclan sensaciones desbordantes, diversas y muy distintas variables, se crea una tensión tal,  que se provoca una micro experiencia similar a la muerte. El fotógrafo se convierte en una especie de fantasma. La fotografía se vuelve fragmento, huella y testimonio ratificador de la existencia de un sujeto u objeto especifico que ha sido de cierta manera dentro de una determinada temporalidad. 

Con respecto a las fotografías de su madre, el autor como referente directo, experimenta un discurso más íntimo, significativo, transgresor y trascendental. Para el espectador común este fenómeno no tiene la misma relevancia o sentido, quizás lo que predominaría al momento de analizar la imagen, sería el studium, los elementos representativos de la época, la moda, el estilo, el ambiente, etc. Las imágenes no provocarían en nosotros una herida. El autor hace evidente y notoria la relación  co-natural presente entre la fotografía con su referente. Aquí la fotografía es una huella de la existencia de lo vivencial/ real que nos remite a un pasado que se conecta con la muerte. Por esta razón también menciona que la fotografía está dotada de inmovilidad, tiene la habilidad de congelar ciertos sucesos. 

El autor invita a reflexionar y cuestionarnos de manera más razonada en lo que acontece durante la vida y la muerte, viendo a la fotografía de manera paradójica, capaz de producir muerte cuando lo que se pretende es conservar la vida. La fotografía se convierte en una certeza inmediata, es la reproducción de algo que ha sucedido en determinado momento, es falsa a nivel perceptivo, verdadera en cuanto a una temporalidad definida y específica, la cual se fragmenta posteriormente, se convierte en lo que ya no está ahí, y también en lo que alguna vez estuvo ahí.  Así pues, la verdad actual es constante y exclamativa, representa lo que es en tiempo presente, en ese justo momento.

Es evidente la frustración e impotencia del autor a lo largo de la lectura, presente de manera más significativa a partir de la segunda parte, es la imposibilidad de la presencia tangible y palpable que tanto anhela, el poder restituir y restablecer al ser que perdió, y que ya no está al alcance, de no poder encontrarlo o apoderarse de el a través de las imágenes. La cámara lucida es una reflexión muy emotiva, íntima y profunda de la necesidad por recuperar la esencia del sujeto, lo único que verdaderamente no puede corromper el tiempo.