En esta conferencia
magistral se abordaron tres momentos claves de la fotografía estadounidense en
el siglo XIX.
El primero
tuvo lugar en 1839 en la ciudad de Paris,
y ocurre entre dos inventores: Daguerre y Samuel Morse.
El segundo se
da en 1872, a través de una entrevista, entre un fotógrafo y un hombre de la
industria: Eadwear James
Muybridge y Leland Stanford.
Y el tercero se desarrolla en Nueva York en 1899, es un encuentro entre dos
artistas frustrados: Alfred Stieglitz y Edward Steichen.
En gran
medida, y como punto de partida, se abordó el conflicto perenne entre la
Pintura y la Fotografía, un problema que a mi parecer pertenece más a la época antigua
que a la actual. Esto tiene mucho que ver en la manera en la que nos han
enseñado y como hemos aprendido las cosas, creo firmemente que estos años de evolución
y desarrollo nos han ayudado a darles a cada cual el lugar que les corresponde,
y a entenderlas como una manera o medio de expresión, en la que se puede tanto
retratar, como reflejar o experimentar, cada una de estas disciplinas tiene su
lado artístico, tienen una manera muy puntual y característica de hacerlo. Ya
tiene bastante tiempo que dejaron de ser solo herramientas auxiliares, hoy en día
son entes independientes, con quehaceres que pueden relacionarse pero son indiscutiblemente
distintos, y en estos campos cada una brilla y destaca como única y gran protagonista.
Sin embargo el crecimiento ha sido tal que se han vuelto cada vez más densas y
complejas estas relaciones e inter-relaciones. Es por eso que me parece
importante conocer el origen y los problemas que se han presentado
anteriormente y ver como esto ha afectado al proceso que se vive actualmente.
Volviendo al
tema principal, el descubrimiento de la cámara y la experimentación fueron
clave para el desarrollo y evolución dentro de la pintura, la misma experimentación
y los avances tecnológicos llevaron a cada una de estas disciplinas a alcanzar nuevas
cumbres y a formar su propio nicho. Cabe señalar que el proceso que se vivió en
Estados Unidos fue bastante diferente al de Europa, ya que la tradición pictórica
era mucho más fuerte y tenía raíces más profundas.
Cada lugar y
cada momento tiene sus propias necesidades, es por esto que creo que este
intercambio de inventos, de culturas, de espacios origino resultados tan
distintos. Y aunque el medio puede ser muy parecido o exactamente el mismo, el
resultado final puede variar enormemente. Como la manera en que vemos o
percibimos las cosas, que de una persona a otra, puede ser totalmente
contrastante.
Es a partir de
este intercambio que se da entre Daguerre y Morse, de la introducción del
daguerrotipo en Estados Unidos, que el retratar, el acto de fotografiar, de
dejar huella, documento y vivencia en imagen toma otra dimensión. Su uso comenzó
como un medio popular para retratar a personas de alto rango, de poder social o
político. Luego serviría también o esto daría paso a que se retratara a una
gran cantidad de nativos, que desafortunadamente más tarde desaparecerían, pero
es gracias a este compendio de retratos que podemos tener una idea de cómo lucían
estas etnias. Más adelante las necesidades cambian y esto evoluciona, la fotografía
se convierte en una herramienta poderosa para documentar sucesos históricos importantes,
desde momentos trágicos y catastróficos de la guerra, el recuento de los daños,
la vida y el quehacer de los corresponsales de guerra entre otras cosas.
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