miércoles, 24 de septiembre de 2014

Ensayo sobre Pedro Meyer y Joan Fontcuberta.




Pedro Meyer es un fotógrafo español nacido en Madrid en 1935, con calidad de inmigrado en México, se le considera uno de los exponentes más representativos dentro de la fotografía mexicana contemporánea. Fundo y fungió como presidente del Consejo Mexicano de Fotografía, colaboro como uno de los organizadores de los primeros 3 Coloquios Latinoamericanos de Fotografía.

Creador y director del revolucionario portal web ZoneZero, que concentra y resguarda el trabajo de miles de fotógrafos alrededor del mundo. Este fue, sin duda alguna y en aquel momento, uno de los sucesos más innovadores y propulsores para la fotografía Mundial.

También Es el responsable del proyecto Herejías, que básicamente consistió en la formación del primer acervo fotográfico-digital, único por su magnitud a nivel mundial (compuesto por más de trecientos cincuenta mil fotografías) y sesenta exposiciones paralelas en diecisiete países alrededor del mundo. Conto con la participaciones de distintos curadores, que tuvieron entera y total libertad en el proceso curatorial, haciendo cada una de estas muestras diversas y distintas, en montaje y propuesta. Como consecuencia de este increíble esfuerzo surgiría más adelante la Fundación Pedro Meyer.


Se le atribuye la publicación del primer CD-ROM compuesto e integrado  en su totalidad por imágenes  y sonidos. Este lleva por nombre: “Fotografío para Recordar”.


A resumidas cuentas, Fotografío para Recordar es un importante y personal testimonio que podría plantearse como un recorrido anecdótico, trata de capturar los momentos más significativos y representativos,  a través de una crónica de imágenes expone y relata la difícil situación que experimentan sus padres ante el inminente e inevitable momento de su muerte. Es un vistazo muy de cerca y a todo detalle de todo este proceso y del deterioro físico propios de esta última etapa de la vida de una persona. Captura las imágenes con el objetivo de preservar esos instantes, para ayudarse a procesar y asimilar más adelante todo lo que aconteció en aquel momento.

Es el autor de los libros “Tiempos de América”, “Espejo de Espinas”, “Los Cohetes duraron todo el día”. “Verdades y Ficciones”: que constituye un viaje que pasa de la fotografía documental a la digital. Más adelante y con el objetivo de impulsar la educación sobre la fotografía funda y erige el Foto Museo 4 Caminos en el 2014.


Es evidente que no se puede hablar de fotografía, y más en México, sin tocar o hablar sobre Pedro Meyer, pues es indudable el número de aportaciones y contribuciones que ha brindado  en todo lo referente a la cultura de la imagen fotográfica entorno a las nuevas tecnologías. Actualmente además de ser un artista muy prolífico y en constante transformación, su trabajo personal sigue generando y cuestionando preguntas filosóficas y explorando los cambios que devienen de las nuevas tendencias tecnológicas.

Desde aquel momento en el que adquirió su primera computadora en 1983 y hasta la actualidad, es claro que Meyer es y seguirá siendo un individuo que continuara cuestionando a perennidad los límites que existen y enmarcan la ficción, la verdad y la realidad. Para el la fotografía digital puede entenderse como la liberación absoluta de cualquier compromiso con la realidad. Puntualiza que es de suma importancia quitarle a la fotografía ese carácter de reflejar la realidad de manera fidedigna. Debemos percatarnos que justo desde el momento en que realizamos un  cierto encuadre, que retocamos un color, o provocamos una distorsión con un determinado lente estamos alterando la realidad.

También considera que todas las fotografías son interpretativas y que los días de la fotografía testimonial  han alcanzado su final. Su obra es un recordatorio permanente que desafía el arte de todo aquello que retrata, mediante la exploración y experimentación digital lleva sus retratos a nuevas dimensiones y proponen a su vez otras realidades.

Meyer señala y persiste en la importancia de evidenciar, entender y estudiar las propuestas innovadoras, las nuevas oportunidades y las problemáticas que devienen de los acelerados cambios y adelantos que se viven en el plano de lo tecnológico.

Hoy en día no solo basta con afilar el ojo y educar la mirada, sino también hay que reflexionar la forma en la que contemplamos y percibimos aquello que nos rodea, y en base a un exhaustivo análisis, tratar de evidenciar y puntualizar, innovadoras o distintas maneras de representación apoyadas en las recientes plataformas tecnológicas. Que pueden o no proponer cosas nuevas o evidenciar las problemáticas actuales.

Meyer hace hincapié en debemos educar a las personas en su consumo de imágenes, tratando o intentado producir imágenes de manera más adecuada, porque aunque la fotografía es algo que cada vez está al alcance de más individuos estamos generando una cultura visual escasa y desprolija.
Creo que si seguimos actuando de manera tan imprudente y desinteresada,  estaremos indudablemente arriesgándonos a caer en un irreparable y confuso sinsentido, que podría exterminar a lo que representa y conocemos hoy en día como fotografía.


Otro fotógrafo que ha ahondado y profundizado en las capacidades y cualidades propias de la fotografía digital y los adelantos tecnológicos es el artista y fotógrafo español Joan Fontcuberta i Villà. 

Desde sus inicios ha cuestionado la manera en la que estructuramos y entendemos a la fotografia.
En correlación con Meyer, Su obra fotográfica se caracteriza por llevar al límite la frontera entre realidad y ficción. Juega constantemente con la lógica de la realidad.
Sin embargo Fontcuberta cuenta con un trabajo más profuso y abocado a la construcción a partir de la manipulación digital característica del proceso de postproducción.
 Cree que las imágenes siempre mienten pues está inscrita en ellas el interpretar lo que retratan.

Fontcuberta señala que a diferencia de lo que se suele pensar la fotografía no es una ventana clara y transparente que refleja de manera verdadera la realidad, sino que cada vez que pulsamos el disparador de la cámara engendramos una mirada que está influida por una cultura tecno-científica propia de la actualidad en la que estamos inmersos, que se encuentra infatuada y obsesionada con la memoria, la verdad, la acumulación y la fragmentación.





Fontcuberta hace hincapié en que debemos evidenciar la apabullante cantidad de opciones de manipulación que podemos incidir en un solo pixel, y como esto dota de cualidades casi que propias del campo de lo pictórico, dando como resultado una rica e infinita paleta de posibilidades de concebir a la fotografía digital. Fenómeno al que define como un tsunami revolucionario. Expone que la fotografía analógica, a la que deberíamos referirnos como fotoquímica se inscribe y que la digital se escribe. 


Otra de las tendencias propias de la modernidad en el plano de la manipulación digital es la transgresión o sustitución simbólica que se hace sobre el cuerpo, en las fotografías de celebridades o personajes famosos para los artículos o las portadas de revistas. 


El retoque o la sustracción de elementos dentro de una fotografía para alterar los significados. Fontcuberta evidencia que hoy en dìa hay una mayor preocupación por el consumo o la acumulación de imágenes, en consecuencia se ha llegado a superar con esto la acción de mirarlas o contemplarlas,  es inminente que se debe educar el consumo.



A partir de lo que proponen tanto Meyer como Fontcuberta, creo que es de suma importancia que  dejemos atrás, de una vez por todas, esta idea de ligar lo real y lo verdadero con el acto de fotografiar o lo retratado, ya que queda claro que este fenómeno actual dista mucho de reflejar tales principios y realidades. En su lugar adoptemos y hagamos cancha a todo aquello que nos acerca y evoluciona  la manera en la que concebimos y constituimos todo cuanto abarca la fotografía, es primordial incluir y apoyarnos de estas nuevas tecnologías y herramientas para desarrollar nuevos modelos o vías de representación, es inminente que nos preguntemos en como esto afecta a este universo fotográfico, en cómo estos cambios han hecho que este mute y se replantee de tan diversas y múltiples maneras.

¿Como podemos adaptarnos a estos acelerados brincos tecnológicos? ¿como o cual sería la mejor manera de aprovecharlos, que funcionalidad podríamos aplicar a esta sobreproducción de imágenes? Creo que la respuesta sin duda alguna reside en la experimentación y la investigación a la par de la adaptacion a la evolución dentro de la ciencia y la tecnología.

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